Friday, June 26, 2009

Mate de Alfil y Caballo - Método de Deletang

El mate de alfil y caballo es uno de los más difíciles. Aquí tienen un video muy claro de como se logra el mate, con la técnica de Deletang.

http://www.youtube.com/watch?v=kmqNi7PWMjw este es el link

Wednesday, June 24, 2009

Un extraño método, el de Schlechter

Revisando algunas notas que me enviase hace algunos años el GM Alexander Nikolaevich Panchenko para tratar de hacer algunos trabajos sobre sus métodos de enseñanza, me llamó la atención un amplio ensayo sobre lo que se llamaba un método para disminuir errores ideado por Karl Schlechter, aquel gran maestro que empatase un match por el campeonato mundial de ajedrez con el tremendo Emanuel Lasker.
Schlechter era el ejemplo mismo de la sólidez. Aunque no poseía un talento tan grande como Capablanca, fue el único que podía igualarse con él en aquello de ser imbatible.
Schlechter jugó 117 partidas de torneos internacionales entre 1912 y 1915 (a partir del torneo de Pistyan 1912 hasta incluir Viena 1915). Sólo perdió dos partidas, una con Tartakover en el Torneo de Viena de 1913 en que se celebraba el aniversario del Club de Viena, uno de los más famosos de Europa; y otra partida con Kaufmann también en Viena 1914. Aunque Lasker en su vida total tuvo un menor porcentaje de partidas perdidas que Schlechter, ese record de sólo 2 partidas perdidas de 117 partidas estaba muy lejos de los que lograba Lasker. Nadie de finales del siglo XIX se acercó, ni Tarrasch, ni Pillsbury, ni Maroczy o Rubinstein.
El record de Capablanca, iniciando en Nueva York 1915, hasta incluir Nueva York 1924, que comprende 108 partidas de competencia (89 de torneos y 19 de matches), era de dos derrotas, una con Chajes en Nueva York 1916 y la otra contra Reti, muy famosa, de Nueva York 1924.
Asi que Schlechter no sólo demostró estar a la altura de Lasker, sino ser tan invencible como Capablanca. De hecho históricamente, Schlechter debía ser considerado la transición entre la generación de Lasker y la de Capablanca.
Panchenko entonces apuntaba que el método de Schlechter, publicado en Viena por amigos que honraban al ya fallecido maestro en 1922, y que de hecho era casi desconocido fuera de Austria, era de tomarse en cuenta. A mi me parece muy parecido a lo que se llama defensas por zonas en el basquetbol, pero examinando con más cuidado y estudiando algunas partidas de Schlechter comentadas por él mismo, veo mucha similitud con las proposiciones de Shashin sobre densidad de piezas en relación al Espacio y avances con piezas siempre detrás de los peones. No obstante un artículo por el entrenador Jesper Hall sobre el ajedrez y la guerra, hablando de las batallas de Chancerville en la guerra de Secesión de los Estados Unidos y en la de Stalingrado cuando cercaron a Von Paulos y al sexto ejército alemán, me hace sentir que Schlechter se adelantó unos 30 años a las teorías militares, pero partiendo de bases que debió conocer, pues hay indicios que Schlechter estudio algo sobre las batallas del virginiano Robert E. Lee.
El caso es que cualquier método para disminuir errores realizado por un jugador tan sólido como Schlechter es de tomarse en cuenta, si bien he notado en la versión rusa que usaba Panchenko algunos errores de traducción del alemán usual en Austria, bajo alemán, como dicen unos.
Otra mención sobre un “método Schlechter” la da Geza Maroczy en su libro Végjatékok és Játszmak”, editado durante la segunda guerra mundial por Pantheon Kiadás y poco conocido en Rusia, que me tradujo en porciones mi gran amigo, el fallecido aficionado húngaro – mexicano, Janos Braun Barcz, y que no recuerdo haber mencionado a Panchenko.
Llama la atención que otro maestro austriaco de origen, el gran Erich Eliskases, iberoamericano por adopción, siempre recomendaba estudiar a Schlechter y “sus métodos”, aunque sólo en algunas notas de su libro sobre juego posicional se menciona al que debe ser considerado el más grande y acabado producto de la escuela austriaca de ajedrez.

El Secreto de Capablanca.



Es común ver artículos y hasta libros en que se utiliza como título “El secreto de…” esto, o lo otro. Que si el Secreto de la Escuela Soviética, como yo mismo titulé un trabajo, etc.
Incluso un libro de Psicología Positiva de moda, afortunadamente, muy bueno y recomendable se llama así: “El Secreto” de Rhonda Byrne. El chiste es que muchos autores hablan de secretos que no por ello dejan de ser secretos.
Esos “secretos” a voces siguen siendo secretos porque: primero, no es fácil divulgar algo tan ampliamente que lo sepan poco más de unas diez mil personas en el primer año de su divulgación, con todo y la Internet. Y diez mil personas en una población de más de tres mil millones, es casi nada. Un secreto que comparten tres millonésimas de la población, es verdaderamente aún un secreto.
Segundo, cada “secreto” tiene su exégesis, y sabemos por la historia que cada exégeta tiene sus versiones, así que esos diez mil, tendrán al menos unas mil exégesis diferentes si bien nos va. Entonces algo quedará en la obscuridad, y sólo unos cuantos elegidos captarán la esencia verdadera de ese “Secreto”.
Una sola frase mal traducida o interpretada cambia todo. Por ejemplo, en la primera edición en español de “Mi sistema”, se habla del “avance restringido”, termino que ha confundido a muchos lectores, pues eso de hablar de un avance restringido, parece como un ataque “auto controlado”, como un insulto “auto censurado”, o un avance sin avanzar mucho, restringiéndose, limitándose. ¿Qué significa esto? Se preguntaban muchos. Finalmente, muchos confesaban no entender a Nimzovich. ¡Cómo lo iban a comprender si estaba mal traducido! La clave es que el termino bien traducido del alemán era “Avance restringiendo”, que significa avanzar apretando, exprimiendo, como un soldado romano avanzaba empujando al contrincante con su escudo. Eso si queda claro. Avanzar apretando atrás al enemigo, poniéndolo entre el escudo y el muro, que no es lo mismo que entre la espada y la pared, no es lo mismo, pero es igual.
Entonces, hablemos de secretos, que seguirán siendo secretos aunque estén en internet y lo lean un par de cientos de lectores. Un número mínimo entre los millones de ajedrecistas.
¿Cuál era el secreto de Capablanca?. Se me hizo muy claro cuando hacia una pregunta diferente: ¿Cuál era el secreto de Schlechter? Tema del que escribí hace muy poco.
El secreto de Schlechter, podía ser descubierto en base a los que lo observaron y hablaron con él en su tiempo. En este caso, Emanuel Lasker, que tenía que vencerlo en un match y que no había podido resolver como vencerlo.
Según Panchenko, Lasker observaba las partidas de Schlechter, observaba cuidadosamente a Schlechter como persona, conversaba con él e hizo un análisis psicológico de él. Lasker en un articulo comenta: Schlechter ha alcanzado casi la perfección en el cálculo de variantes, gracias a su mente ordenada y sistemática, que ha elaborado un sistema paso a paso para calcular jugadas.
Eso me recordó una serie de comentarios de Botvinnik sobre un jugador muy similar a Schlechter en lo preciso de sus cálculos e igual de invencible que Schlechter: Capablanca.
Siguiendo lo que había pensado de Schlechter, el secreto de Capablanca podía ser descubierto en base a los que lo observaron y hablaron con él en su tiempo. En este caso, Botvinnik, que lo admiraba tanto y suponía tenía que vencerlo en un match y que no había podido resolver como vencerlo tras enfrentarlo en la URSS y en otros magnos torneos.
Botvinnik lo observó cuidadosamente, además de que conversó muchísimo con él en diversas ocasiones. Por ser el primer campeón mundial activo que conoció Botvinnik, además de que fue su primer gran hazaña el vencerlo en unas simultáneas cuando era niño, no me cabía duda que Botvinnik estaba impresionado por Capablanca y lo conoció muy bien. Era cosa de ver los artículos de Botvinnik en que se mencionaba a Capablanca, lo que con una computadora es fácil y puede uno investigar cientos de documentos en unos minutos. ¿Cuál era el secreto de Capablanca según Botvinnik? ¿Cómo lo expresó con sus propias palabras Botvinnik?
El que juega el ajedrez decide constantemente sobre un problema- la elección de una de algunas continuaciones posibles. Además el pensamiento del ajedrecista hace sucesivamente ciertas operaciones que se repiten de jugada a jugada. Así, cada vez conviene cuidar las amenazas del adversario, cumplir el cálculo de las variantes, hacer la apreciación de la posición. Por la analogía con las matemáticas, donde la consecuencia de las acciones que llevan a la decisión de cualquier problema, se nombra por algoritmo de la decisión de este problema, a la consecuencia de las acciones cumplidas por el ajedrecista junto a la elección de la jugada, es decir, ya que el algoritmo es una serie de pasos para resolver un problema, podemos hablar del algoritmo de la elección de una jugada.
Mikahil Moiseievich Botvinnik, al hablar del talento natural de José Raúl Capablanca y Graupera, escribía: “¿En que consistía su talento? En el uso del algoritmo de la búsqueda de la jugada de la posición original, el algoritmo, que básicamente él usaba, tan ejercitado que ya prácticamente lo realizaba intuitivamente.”
Botvinnik en otro artículo comentaba que en un tiempo, en su temprana juventud, Capablanca había estudiado arduamente cientos de finales, analizándolos profundamente y perfeccionando un sistema para calcular variantes. Se refería a los años entre 1908 y 1914, primero, y luego estudio libros y partidas comentadas unos meses en 1921 en su preparación para el match con Lasker. Aunque en este último período mas bien ya estaba su sistema de algoritmos de elección de jugadas totalmente elaborado y simplemente lo ponía en práctica.
Lo importante en la creación de su “algoritmo” personal para calcular variantes lo desarrolló en sus primeros ocho años de jugar ajedrez en torneos, o sea entre sus 12 años y sus veinte años de edad.
Luego de tanto ejercicio y de su puesta en práctica en torneos internacionales desde San Sebastian 1912 hasta San Petersburgo 1914, hicieron que su algoritmo ya fuera algo intuitivo.
Botvinnik tomó nota de sus observaciones y luego lo puso en práctica.
Entonces algunas cosas que parecían muy generales de las que hablaba Capablanca, no eran otra cosa que teorización de muchos casos prácticos. Entonces no había que analizar y calcular, sino estimar, para tener una guía para luego particularizar de nuevo. De lo particular a lo general (teorizando) y luego de lo general a lo particular. Así parecía, como Botvinnik observó, que a Capablanca le dictaban las jugadas. Lo que hacia Capablanca era seleccionar sus jugadas candidatas en base a sus reglas generales y luego las analizaba ordenadamente, valoraba las consecuencias de cada candidata, elegía la mejor y jugaba.
Esa generalización derivaba en las frases famosas de Capablanca, “reglas” tan sólidas y determinantes como las frases de Aristoteles: “Peón que detiene a dos”, “Islas de peones”, “Dama y Caballo más fuertes que Dama y Torre”, poner los peones en casillas diferentes a las que circula nuestro alfil”, etc.
Pero Botvinnik afirmaba que la clave del talento de Capablanca era su algoritmo para elegir jugada, así lo escribió, hay pruebas documentales de ello.
Panov en su biografía sobre Capablanca dice algo similar, lo mismo varios autores soviéticos, pero el más claro en ello fue Botvinnik. Por cierto que Botvinnik dijo algo que luego repitió Kasparov en su libro “Mis Grandes Predescesores”, que si Capablanca hubiera ganado cierta partida de final de torres en su match con Alekhine, hubiera ganado el match. Pero Capablanca ya estaba enfermo de la dolencia que lo mataría 15 años después.
¿Por qué no se hace descripción detallada del algoritmo de Capablanca? Ahora que están de moda los libros de códigos, podemos observar que en muchos libros de ajedrez ha pasado algo similar.
Un libro que se vende muy popularmente en castellano es el libro “Piense y Hágase Rico” de Napoleón Hill. Si ve la primera edición y la compara con la segunda, hallará que una palabra: “vibraciones” es suprimida 144 veces.
Si lee la primera edición de “60 partidas memorables” de Fischer, y la compara con una edición posterior, hallará mas de 500 modificaciones, según E. Winter expresó, aunque Fischer muy enojado lo corregía y decía que “eran miles de modificaciones”.
Lo mismo pasa con algunos libros. El de “Psicología de Ajedrez” de Krogius editado en inglés es muy diferente, por lo menos el doble de páginas, que la edición en español del mismo libro, perdiendo muchos capítulos importantísimos. ¿Y que le parece si le cuento que esa edición en inglés es como el resumen de tres libros en ruso que juntos serían como el doble de tamaño?
El GM Carlos Torre Repetto escribió en Leningrado, con ayuda de Rokhlin un libro que se llamaba “Cómo ser Gran Maestro”, que luego se tradujo al inglés, con una parte muy cercenada, como “Desarrollo de la Habilidad en Ajedrez”, casi de la mitad del tamaño de la edición rusa. Cuando ese libro se imprimió en México recibió, comparado con la edición en inglés, otro gran corte.
Para acabar con la cosa, resulta que el manuscrito original, redactado por Rokhlin y Modell con los dictados en inglés de Torre, era mucho mayor que lo que fue elegido para publicar. De 35 partidas comentadas, quedaron menos de diez, y cada una de ellas con mucho menos comentarios.
Entonces ¿Se perdió la descripción del algoritmo de Capablanca? Claro que no, Botvinnik lo detalló en varios artículos y en diversos comentarios a las partidas de Capablanca y en la descripción de su propio algoritmo, que era el de Capablanca revisado.
El que estudió a Botvinnik tan profundamente, y que admiraba a Capablanca, Tigran Vartanovich Petrosian, también logró tener el algoritmo de Capablanca con detalle y a partir de allí detectar la modificación de Botvinnik.
¿Qué dijo Petrosian? Aquí volvemos con Schlechter. Petrosian comenta una partida de Schlechter con Mieses en 1894, (Leipzig) cuando Schlechter falló en su intuición y no vio un mate en una (jugó 31.Dh6+ en lugar de 31.Dh8 mate). Petrosian comenta que Schlechter tenía un algoritmo incompleto comparado al de Capablanca. Hablaba del algoritmo antiguo y el Moderno. Incluso en una conferencia explicaba a varios instructores de su escuela (La escuela Petrosian de Ajedrez en Moscú) que había que enseñar cuatro algoritmos para elegir jugada, empezando del más simple, para jugadores de cuarta y tercera fuerza, hasta el “superior” para candidatos a Maestro o más, o sea algoritmo de primer nivel, hasta el de cuarto nivel o superior. Decía Petrosian que esos cuatro algoritmos eran lo esencial y era más importante que enseñar reglas posicionales. En mis cursos via email, enseño el primer algoritmo, y conforme avanzan voy enseñándole uno nuevo. Esa conferencia de Petrosian no es muy conocida, sólo se mimeografió, pero si otros artículos que escribió y que han sido publicados como “Legado de Petrosian”.
Petrosian pensaba que “la fuerza práctica del juego del ajedrecista depende al máximo grado de la perfección de su algoritmo de la elección de jugada, y en particular del componente principal del algoritmo: la habilidad de rapidez y precisión al calcular las variantes”.
Tigrán Petrosjan (en la víspera de match al campeonato del mundo, en Moscú 1966) en una entrevista con el director de Jaque Mate de Cuba, Dr. Juan Vela Monet, (padre del actual Ministro de Educación Superior y exrector de la Universidad de La Habana, Dr. Juan Vela Valdés) expresó: “Todas estas "materias" altas la estrategia y las finezas innumerables de las aperturas, de las que nos ocupábamos tanto, - no son lo principal. Lo que decidirá el destino del match ante todo son nuestros reflejos en el juego. Como se dice, quién hará mejor el “tú allá, y yo aquí”. O cómo un exégeta diría: “La táctica, el cálculo de variantes”.
Regresemos de nuevo a Botvinnik para citarlo literalmente y terminar por aclarar el secreto de Capablanca:
M. Botvinnik escribió “•José Raúl Capablanca … Fue siempre mí ídolo. Su algoritmo fenomenal de la búsqueda de la jugada en aquellos jóvenes años, cuando él poseía velocidad asombrosa para el cálculo de las variantes, lo hacía invencible”. Como vemos, aquí con la perfección del algoritmo de la elección de la jugada y el cálculo se comunica la fuerza del juego de uno de los personajes legendarios en la historia del ajedrez.
Pero ¿si su algoritmo era su secreto, por que no describe el algoritmo? Dirán algunos lectores. Los algoritmos se constituyen por una serie de pasos, cada paso es llamado un “block”. Hay blocks principales, que van verticalmente y hay blocks complementarios que van horizontalmente de un block principal, cada block tiene salidas de “si” y “no” como puede verse en cualquier diagrama de flujo usual. Algunos block complementarios regresan al principal inicial o conducen a otro principal ya sea hacia adelante (por ejemplo de block 5 a block 6) o hacia atrás (de block 5 regresa a block 3). Al pasar todos los blocks hay un producto que sale, la jugada elegida.
Según las descripciones que Didyshko hace de los cuatro algoritmos, algunos son de 7 blocks principales y otros de 10 o más, todos con muchos complementarios.
Ese era el secreto de Capablanca, y el de Schlechter era similar. Cuando a Houdini, el gran presdigitador, escapista o “mago”, le preguntaron cual era su secreto, contestó: “No tengo uno, tengo miles de pequeños secretos”.

Un Programa de Estudio para realizarse via Internet. El sistema Vaisman.



Por MI Raúl Ocampo Vargas.

Después de algunos resultados más bajos de lo esperado en las participaciones infantiles y juveniles en Sudamérica y Centroamérica por jugadores mexicanos, y aunque haya quienes nieguen que se ha apoyado a los representantes (por ejemplo, todos los jugadores que fueron por parte de la Asociación del D.F, fueron con sus gastos pagados, y muchos de otros estados hay evidencias que también lo fueron, lo que no obsta para que en algunos estados sean los padres los que aporten los fondos. Creo que los padres de niños “patrocinados” debieran aceptar que si se ha apoyado en este sentido a sus hijos, si bien yo creo que el apoyo debía ser de otra manera más efectiva y completa. Esta claro que el ajedrez capitalino ha recibido en 2005 y 2006 un fondo muy considerable, que estimo arriba de los $150 000 dólares, y en otras entidades como Michoacán y Morelos el ajedrez ha recibido apoyos gubernamentales cuando menos por una cifra similar.) surge la inquietud de que no se apoya técnicamente a los jugadores. Si bien no hay un entrenador nacional, hay varios de nivel estatal que trabajan en los cuatro puntos cardinales del país, por lo que no se debiera notar la falta de un entrenador nacional, máxime que sería difícil ubicarlo en una ciudad o necesitaría ser trashumante, dado lo amplio del territorio nacional. Más bien se necesita una coordinación de entrenadores y un sistema que permita la atención de los jugadores prometedores. Tal vez, la posición de un entrenador nacional debiera ser temporal y enfocada a competencias específicas. De cualquier manera, dado el escaso consenso nacional, me temo que un entrenador nacional no sería aprovechado por muchos jugadores que preferirían continuar con su entrenador habitual. Tal vez atendería a los jugadores que no son apoyados por sus entidades, principalmente de estados donde hay poca o nula actividad de ajedrez y sus autoridades no responden en su apoyo.
Pero ¿Cómo debiera ser un programa de tipo nacional? Necesariamente a distancia, y con un modelo diseñado hace años por el MI Alexander Vaisman (apoyado por los GM Gulko, Greenfeld, Alterman y el mismisimo Garry), y que tuvo un éxito relativo via internet y ha sido replicado, con diversas modificaciones, en varios países.
El programa consiste de cuatro partes. Evaluación y valoración del alumno, el currículo principal, estudios del medio juego, la estrategia y la apertura, y tutoría personalizada.
El entrenador en jefe o nacional tiene que involucrarse en las siguientes tareas de acuerdo a las fases:
Primera Parte.
Revisar las partidas de los cuatro torneos previos de cada jugador (aproximadamente 30 partidas), y realizar un análisis completo de cada jugador con sus debilidades, fortalezas y puntos salientes.
Enseñar al estudiante a analizar sus propias partidas.
Sugerir el material publicado apropiado para auxiliar a cada estudiante (libros, revistas, artículos, software, o material en sistema computacional o video).
Sugerir el mejor entrenador para cada estudiante basado en las necesidades individuales en relación con la habilidad de cada entrenador.
Segunda parte.
El currículo principal.
Clases interactivas con los entrenadores.
El Estudio de partidas clásicas.
Análisis de partidas y anotación de ellas (principalmente las propias partidas).
Construcción de un repertorio de aperturas, base para alcanzar un confortable medio juego.
Como usar la computadora.
Psicología en Ajedrez y Desarrollo del pensamiento creativo.
Táctica.
Mejoramiento de la Técnica de Finales.
Tercera Parte.
Estudios del medio juego, la estrategia y la apertura.
Cuarta Parte.
Tutoría personalizada.
Curso personalizado para cada estudiante.
Planeación especial apuntada a corregir las debilidades de cada jugador al mismo tiempo que se desarrollan sistemáticamente sus ventajas relativas. Esto se logra a través de la coordinación del entrenador en jefe con el entrenador personal del jugador.
Para implementar este sistema via Internet se necesita un buen grupo de entrenadores que sean hábiles trabajadores ante las computadoras, y un entrenador en jefe que, además de un amplio conocimiento del ajedrez y una cultura general sobresaliente, tenga una gran experiencia y conozca el medio lo suficiente para evaluar entrenadores.
Los cursos a distancia no son fáciles. Existen muchas complicaciones para dar seguimiento personal y cumplido a los alumnos que están en otras ciudades. Tuve la experiencia de manejar un curso de 20 personas y, por alguna extraña razón, tres jugadores no recibían sus lecciones y su material a tiempo, incluso tomó el triple de lo normal hacer su evaluación. El curso fue un desafío administrativo y lo realice un solo año, a pesar de que económicamente era rentable, ya que en ese entonces no pude solucionar el llevar un archivo de más de 10 personas. Y si lo limitaba a 10 personas no era rentable, pues el número clave era de 20. No pude resolverlo y quede mal con tres alumnos, a quienes sólo les cobre la inscripción, pues no encontré la forma de continuar dandoles el servicio.
Para emprender esto a nivel nacional, hay que estar preparado para atender al menos 150 alumnos, y, dada la experiencia que tuve en mi curso via email, se necesitarían al menos 8 entrenadores para brindar un servicio adecuado. Y eso contando con que ya he ido resolviendo algunos problemas a base de prueba y error. Pero si un grupo emprendiera la tarea por primera vez y sin contar el acervo de material que tengo de ajedrez en archivos de computadora (más de 200 clases en cada uno de los tres niveles de fuerza y una colección de posiciones instructivas tipo Dvoretsky de más de 10 mil posiciones), se requerirían unos 15 entrenadores, pues no podrían coordinar trabajos de más de 10 alumnos cada uno.
No creo que haya muchos que se echarían a los hombros tal tarea y sería difícil reclutar al equipo, dado las grandes dificultades y al enorme trabajo de arranque. Por lo pronto, los entrenadores que pudieran estar capacitados para la tarea de entrenador en jefe, que considero son los MI Dionisio Aldama, Dennis Verduga, Roberto Martín del Campo y él que esto escribe, no creo aceptarían tal encargo. En el caso de tres de los mencionados, y me incluyo, estoy totalmente seguro de que no lo harían, y mucho menos con la actual administración de la Federación.
Ahora bien, un entrenador en jefe necesita alguien que apoye en la selección de prospectos, pues hacer esta exploración requiere conocimientos y habilidades muy diferentes a las de entrenar. ¿Cómo seleccionar entonces quienes recibirían las tutorías? No es adecuado seleccionarlos a través de eventos, sino por varios parámetros, sobre todo en muchachos mayores de 20 años, pues si no los seleccionados serían sólo jugadores muy hechos y con compromisos que impiden un total involucramiento en un plan de entrenamiento como el descrito. Me temo que la corrupción imperaría y los dedazos serían la norma, pues no tenemos un comité confiable para evaluar en quienes se debe invertir el esfuerzo y los recursos. Máxime que hay muchos jugadores que reciben apoyos económicos y no lo declaran públicamente, lo que lastima a quienes andan haciendo gestiones y laboran para que reciban apoyos, que aunque a veces mal dirigidos, son por lo general bien intencionados por parte de los ajedrecistas que se dan a la tarea de pedir apoyos para otros a las autoridades. Ya de la buena fe de estas últimas, dudaría mucho en suscribirla.
El caso es que soluciones hay y no requieren de más dinero del que ya hay. El problema es que falta liderazgo en el ajedrez mexicano, pues este no ha emanado de un consenso general, sino a través de un sistema viciado que impide que los ajedrecistas se autogobiernen. Cada ajedrecista debiera tener una manera directa de decidir quien liderea el ajedrez del país o de su entidad o ciudad. El sistema indirecto es muy malo, por eso en otras instituciones no se utiliza, sólo en lamentables casos como sucede con el del ajedrez. Es como si para elegir Presidente de la República sólo votaran los que tuvieran empresas de más de 1000 empleados. Sólo unos cuantos votarían. A nadie extrañaría que un líder emanado del voto de unos cuantos, menos del 1% de las personas a quien se pretende encabezar, no tenga apoyo ni cuente con el consenso y la aportación de los que integran el grupo. No hay liderazgo simplemente porque nadie reconoce ni legitimidad, ni representatividad a un líder que con una veintena de votos pretende dirigir a varios miles de ajedrecistas.
En si el problema no es técnico, ni monetario, es de liderazgo y causado por un sistema indirecto para elegir representantes. Así que ni siquiera se puede culparlos por ello, cuando mucho lamentar que hay quien cuando puede agarrar, agarre. Lo malo es darles la oportunidad, pues a esta clase de llamado sólo acudirán personajes “muy selectos”. Esto causa oligarquías, corrupción, y un servicio deficiente por parte de una organización que bien a bien no es sostenida por los que supuestamente la integran. Esto tuvo su origen hace más de 50 años y el mal persiste. Aquellos polvos han traído estos lodos.

Ciudad de México a 30 de agosto de 2006.

Si me pierdo búsquenme en Andalucía o en Cuba.
Federico García Lorca.
A 70 años de su asesinato.

El Decálogo del Ajedrecista según el Dr. Ariel Mengarini.

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1. Diviértase.

2. Dejese caer.
Levantese sobre la maleza. Agite la cabeza y recupere su perspectiva si a mirado tanto en la madera que ya no puede más ver el bosque por los arboles.

3.No espere demasiado.
No se tome tan en serio, que no va a ser un Kasparov. Actué con desenvoltura

4. Manténgase en contacto con sus sentimientos y si es posible este al tanto de los de su contrincante.

5. Evite el derrotismo.

6. Juegue a tiros de alto porcentaje.

7. Juegue constructivamente.
Actúe, no reaccione. Póngase a cargo, al mando. Constructivo aquí tiene el mismo significado que una prueba constructiva en matemáticas, una prueba que toma la esencia de cualquier cosa en la que uno trabaja, no algún truco reductio ad absurdum ( en ajedrez, decidir no por eliminación) , sino un proceso lógico que refleja la estructura esencial del problema..

8. No sobrestime su posición.

9. Tome tiempo extra en terrenos tácticamente traicioneros.

10. Evite blunders.
¿Qué es evitar blunder? No jugar si una búsqueda del “ply” siguiente. La mayoría de los blunders no vienen e analizar jugadas adelante, ellos vienen de pasar por alto la réplica.

Notes que están acomodados para que sean fáciles de recordar. Los primeros cinco se refieren a la psicología, los cinco últimos más directamente al ajedrez.

El Dodecalógo de Predicamento.

1. No se excite.
2. Voluntad a ganar.
3. Conquiste sus inhibiciones ajedrecísticas.
4. Concéntrese
5. No desperdicie tiempo.
6. ¿Espectadores? ¡Cuidese!
7. Juegue objetivamente al score.
8. Jamás es demasiado tarde a rendirse.
9. El pasado está muerto, el presente vive para el futuro.
10. Enfoque su atención a los resultados, no a los métodos.
11. El mundo esta repleto con trabajos artísticos.
12. Haga lo mejor que usted pueda, su oponente es también humano.

El Talento para el Ajedrez

por el MI Raul Ocampo Vargas


Por MI Raúl Ocampo Vargas


¿Qué se necesita para ganar las partidas de ajedrez?
Primero que todo, uno debe tener el don de Dios, el muy particular “talento para el ajedrez”. El talento puede diferir de persona a persona, pero a menos que lo haya, uno no podrá lograr la excelencia en ajedrez.
Entrenadores, pedagogos, psicólogos y grandes pensadores han estudiado diversos aspectos relacionados con el talento para el ajedrez. Uno de los más destacados es el recientemente fallecido Dr. Adriaan de Groot, quien escudriño en la mente de los grandes maestros para identificar las particularidades que los hacían exitosos practicantes del ajedrez.
Desde los años 1930s, el Dr. de Groot, un psicólogo profesional y maestro de ajedrez, decidió registrar el proceso de razonamiento de decenas de jugadores de todos niveles. En realidad sus estudios arrojaron más luz en determinar como cada uno piensa que en definir el talento para el ajedrez.
El fallecimiento del Dr. de Groot, el 14 de agosto último, a los 91 años, ha sido ocasión para que muchos de sus estudios se hayan vuelto a publicar y estén al alcance de una nueva generación de estudiosos, ya que desde los años 1970s, poco se escribía de ellos. En Gante, hace una década, tuve oportunidad de conocer al Dr. de Groot, en un homenaje en su honor, pero mi intento de conseguir algunos trabajos de él fue infructuoso, pues sus ediciones estaban agotadas. Posteriormente en 1998, se reeditó uno de sus trabajos principales: “Thought and Choice en Chess”; pero ahora aparecen en Internet múltiples extractos de sus textos, por lo que, más adelante, dedicaré especial atención a ellos. Me gustaría, por lo pronto, citar una de sus afirmaciones: “ El ajedrez es un deporte mental, pero hay 1000 libros de ajedrez que enseñan lo que uno debe saber por cada uno que se concentra en mostrar una manera efectiva de pensar”.
En muchas actividades humanas, la práctica constante es el factor más importante para alcanzar la excelencia.
En el caso del ajedrez ni el fanatismo para estudiar posiciones oscuras ni la participación en numerosos torneos ayudará. El talento puede ser desarrollado solamente. Ningún entrenador ni sistema de entrenamiento puede dárselo ni al más diligente, trabajador y dispuesto pupilo.
Pero el ajedrez no es ingrato y aquellos que aquellos que se dedicaron a jugarlo seriamente alguna vez, por corto que sea el período que le dedicaron y que luego lo abandonaron, generan de todas maneras habilidades que son muy útiles en la vida real.
Contaba el afamado entrenador Vaisman una conversación que había tenido con un magnate de nuevo cuño, padre de uno de sus alumnos. Tras de unas cuantas lecciones, el entrenador ya estaba convencido de que el niño no llegaría a ser un buen jugador de ajedrez y le comunicó la situación al papá. El padre del niño le dijo: “¡Yo no quiero que sea un gran maestro¡ Lo que deseo es que mi hijo aprenda a pensar con lógica, prevea y tome en cuenta los posibles pasos de sus socios, tome sus propias decisiones y las ponga en acción”. Lo que quería el padre era preparar a su hijo para los negocios. El ajedrez era el medio de aprendizaje que consideraba adecuado. El hombre de negocios comprendía lo que las personas que se dedican al ajedrez por un tiempo amplio sienten: el ajedrez es un modelo de vida.

¿Pero, qué es talento para el ajedrez? ¿Y qué es talento en general? Vaisman citaba un viejo dicho: “Talento es una cosa, que a menos que la tengas, no la tendrás”
El Gran Maestro Levitt trató de definir el talento para el ajedrez en su libro sobre genios del ajedrez. El problema es que aunque su presencia es obvia a los ojos de un entrenador, es imposible decir que es realmente. Uno observa que algunos niños captan el conocimiento del ajedrez rápidamente y lo hacen propio utilizándolo con más efectividad que otros. Calculan con más facilidad y tienen una intuición y una capacidad de estimación de posiciones muy superior a las de sus compañeros. Una característica común es que aprenden pronto a jugar sin tener un tablero ante sus ojos y pueden recordar donde quedan colocadas las piezas tras una serie de jugadas, al final de una variante. Ahora bien, estos indicios hablan de la presencia del talento pero no de la fuerza de juego. Talento no es fuerza de juego, está última es consecuencia de una suma de factores, de las cuales el talento es uno de ellos, y no necesariamente el más importante. El talento es necesario, pero no suficiente para lo que entendemos por fuerza de un jugador.
Para un entrenador con experiencia es fácil distinguir entre talento para el ajedrez y una buena capacidad para memorizar, pero muchas personas se confunden. Muchos niños son rápidos para memorizar una gran cantidad de variantes, sobre todo si les agradan las posiciones que surgen. Pero no muchos pueden poner en práctica lo que memorizan. Para esto el talento es necesario. Es posible desarrollar y mejorar cualquier tipo de memoria, incluyendo la memoria de variantes de ajedrez, a través de ejercicios especiales programados para tal fin. Lo principal es la fuerza de voluntad, la tenacidad y el tiempo.
Los jugadores son como los árboles de frutas. Unos dan frutos sólo una vez al año, y uno puede cultivarlo varias veces al día, pero no lo hará dar frutos antes del tiempo que su propia naturaleza indica. Así los jugadores, tienen su mes para dar frutos y no lo harán antes de eso, por mucho que uno los cultive. El entrenador influye decisivamente en la calidad del fruto, pero no puede hacer que un manzano de peras, ni tampoco que fructifique en un momento que no le corresponda. El entrenador es un colaborador de la naturaleza, tal vez hasta un catalizador, pero debe actuar coordinadamente con ella y no combatir en contra.
Si esta claro que el talento para el ajedrez de un niño es don de Dios, de todas maneras el papel de los padres del joven jugador de ajedrez es muy importante.
Primero que nada, lo más importante es identificar las habilidades naturales de un niño tan pronto como sea posible y crear las condiciones para su realización. De hecho, las habilidades para el ajedrez son obvias tan pronto a un niño se le enseña el movimiento de las piezas y se le explica las formas más primitivas de las reglas básicas de la estrategia del ajedrez.
Antes se descubría a los 5 o 6 años de edad. Bondarevsky decía que su pupilo el futuro campeón mundial Boris Spassky logró su clasificación en la primera fuerza a los 11 años, lo que en 1948 era un gran logro. Hoy día un jugador chino, Bu Xiangzhi, llegó a gran maestro a los 13 años.
Si el ajedrez es un deporte, como hay la tendencia generalizada a reconocerlo como tal, y uno sabe que no se pueden lograr resultados de excelencia en el deporte si nuestros padres no nos dieron una fuerte salud, en consecuencia, buena salud es lo que todos necesitan. Sin ella no se puede hacer progreso considerable en ajedrez, ya que el juego requiere tanto de tenacidad física como psicológica a lo largo de un torneo completo. Este problema es particularmente crítico en México, cuando uno tiene que jugar dos partidas en un día y cada una de ellas de cuatro horas intensas. Grandes torneos europeos son de similares condiciones, así que jugadores de todos niveles tienen que lidiar con esas exigencias y demandas de energía.
Hacer ejercicio intenso tres veces a la semana, mantener hábitos de fortaleza física son importantes y en esto los padres pueden ayudar.
A veces a mis alumnos les recomiendo que no se bañen con agua caliente y que si viajan en autobús urbano (“camión”) o en tren subterráneo (“metro”), viajen parados. En fin, que se “castiguen” un poco y se fortalezcan. No se trata de usar silicio, ni hacerla al fakir o correr en Maratón. Simplemente hacerse fuertes y educar su voluntad. Este debe ser un componente tan importante del trabajo diario como estudiar o analizar sus partidas o ver partidas de grandes maestros.
Para el entonces campeón mundial Garry Kasparov era una ejercicio normal nadar entre 1500 y 2000 metros diarios y a una velocidad bastante rápida. De hecho muchos entrenadores de ajedrez piensan que la natación es uno de los deportes complementarios más efectivos para el ajedrez.
Los padres deben buscar que sus hijos tengan un sistema nervioso fuerte. El clima psicológico es importante, y este es creado por los parientes más cercanos del niño. Si los padres confían en sus hijos, comprenden sus ambiciones y deseos, ellos pueden dar confianza en si mismos a sus hijos. Esto ayuda a fortalecer su sistema nervioso.
Un niño no tiene medios para proveerse de una alimentación adecuada, depende totalmente de la dieta que planifiquen en la familia. Los padres pueden ayudar mucho aplicando reglas que pueden sugerirles los entrenadores sobre que dar de comer y cuando a sus niños. El costo de la comida no se incrementa, sino al contrario, con una dieta planificada.
He observado que algunas madres traen a clases de ajedrez a sus hijos viajando hasta hora y media en transporte público para tomar una clase que dura poco menos de dos horas. Luego retornarán utilizando otra hora y media de traslado. Cuando les pregunto si tal esfuerzo no es muy pesado, una de ellas me dijo: “Mi hijo tiene el sueño de ser un gran ajedrecista”. Esa contestación me recordó a la historia contada por un entrenador soviético que comentaba que una mujer llevaba a su hijo desde la ciudad donde vivían, donde no había un buen entrenador, a otra a 100 kilometros de distancia, para tomar clases con un afamado maestro. No fue hasta que el niño llegó a gran maestro que el entrenador supo el argumento que daba su madre al padre cuando se le cuestionaba tanto esfuerzo por hacer ese viaje diario: “Nadie tiene derecho de matar un sueño”
Había un verso de Gibrán Jalil Gibrán que explicaba que los hijos no son propiedad de sus padres, sino prestamos y responsabilidades que Dios daba. Evidentemente, sólo muy pocos seres humanos son buenos padres. No hay buenas escuelas para ello, excepto las enseñanzas que nos dan nuestros progenitores.
Decía Martí, que había que hacer de la infancia “La Edad de Oro” del ser humano.
Lo que si es muy malo es utilizar a los hijos. Servir a los hijos y no servirse de ellos es la regla sin excepción. Ellos deben cumplir sus propios sueños, no los de sus padres. El tema de los padres de niños deportistas ha provocado una serie de películas muy instructivas al respecto. Las hay de un padre de dos figuras de la natación australiana, otra más de un duelo de padre e hijo como Coachs de equipos de futbol soccer en los Estados Unidos. Otra de un dueño de una fábrica de chocolates donde van castigando a niños altaneros y caprichosos, como la “Bikina”, etc.
Cuando estoy frente a un niño me abordan dos sentimientos: uno de ternura por lo que son y otro de respeto por lo que pueden llegar a ser.
Pero así como se detecta un niño con talento, uno siente un niño que no recibe amor suficiente. Se le ve a primera vista si es cuidado o no. No importa el dinero, ni la calidad de la ropa. Basta ver sus cabellos, el cuidado de su rostro, para saber si tiene una madre amorosa que lo acicala.
Durante un año he tenido el gusto de trabajar con unos niños y jóvenes notables. Todos ellos de gran calidad y calor humano. Parte de mi corazón ha quedado en ello.
En una ciudad de tantos kilómetros de extensión, la más grande del mundo, se que tengo alumnos que viven a grandes distancias y que sus papás y ellos mismos hacen un esfuerzo especial para acudir a la convocatoria de nuestros tributos a Caissa y he correspondido con gran puntualidad y priorizando nuestras citas a otras más productivas económicamente, pero no más agradables al corazón. ¡Hambre es lo que he pasado en esto! Como diría el ahora Gran Maestro Lexy Ortega en nuestras francachelas en Camaguey en la añorada juventud.
Muchos pupilos han progresado a pesar del maestro y otros muchos exageran un poco los servicios que han recibido. El caso es que la experiencia ha sido más enriquecedora de lo esperado. Para aquellos que tienen más experiencia trabajando con jóvenes adultos, entre 17 y 25 años, trabajando con ese grupo etario y en planteles de educación superior por más de 25 años; abordar el trabajo con grupos muy variados, niños desde los 11 años hasta adultos de 50; en un esquema de población abierta, era un reto bastante fuerte. Máxime que se pretendía hacerlo aprovechando el estado del arte de la pedagogía y con un esquema de ingresos tan inestable, sin una relación laboral establecida y con reglas cambiantes. Los apoyos para los alumnos, en algunos aspectos, eran amplios, y en otros, magros. Y las situaciones eran variopintas, como toda primera experiencia y con conflictos diversos.
El caso es que ahora existe una experiencia muy amplia que debe aprovecharse y facilitar la creación de cursos en todo el país y al alcance de niños de todas las entidades.
Es justo reconocer que el modelo no es tan original sino que lo exportamos un poco de San Petersburgo. No creo sea penoso el aceptar que no todo lo que hacemos es original. Me llamó la atención una declaración del GM Silvino García al contestar la pregunta si la Escuela Cubana de Ajedrez seguía influenciada por la soviética y decía que no, que ya era una nueva escuela. Bueno, la Ucraniana también es una “nueva escuela”, aunque todos sus textos y métodos son sólo una versión evolucionada de lo que se trabajaba en tiempos de la URSS.
En los cursos que he dado en los últimos 12 meses, un 70% son con ejemplos de jugadores soviéticos y con más de un 75% de referencias de autores y entrenadores originarios de la URSS, aunque hoy sean Ucranianos, Alemanes o Norteamericanos.
Siento que todo lo creado por un nacido en Cuba o hijo de nacidos en Cuba, ya se haya creado en Santa Clara, La Habana, Miami, Santo Domingo, México o España, es una creación de la Cultura Cubana a celebrarse el 10 de Octubre. Lo mismo es con lo “soviético”. La habanera “Cielito Lindo” fue escrita en La Habana por un campechano, y aunque hable de la Sierra Morena de España, es una canción mexicana.
Para terminar el tema del talento, también es obvio que hay jugadores con talento para ser entrenadores y otros no. Si lo tienes, lo tienes. El ajedrez necesita diversos tipos de profesionales. Se requieren jugadores, árbitros, entrenadores, instructores, monitores, organizadores y promotores, e incluso cronistas y webmasters. Pero poner a cronistas como organizadores, es como querer que un árbitro la haga de entrenador, o un promotor la haga de organizador. Hay personas que tienen “talento” multifuncional y pueden ocupar diversos roles en el ajedrez. Pero seguramente en uno son excelentes y en otros simplemente capaces. El talento especial como que reluce. No lo podemos definir con palabras, pero lo percibe con facilidad la gente. El problema es que si es demasiado brillante, puede tener la suerte de un Lavoisier, que tenía una cabeza que costó un segundo cortarla y en un siglo no se produjo otra igual.

“Si me pierdo, búsquenme en Andalucia o en Cuba”
Federico Garcia Lorca a 70 años de su asesinato.

Santa Cruz a 1 de septiembre de 2006.

Nuevos medios para entrenar. Gligoric, en versión software.




Por MI Raúl Ocampo Vargas.

Habitual y periódicamente me permito comentar para mis lectores algunas producciones de la bibliografía ajedrecística. Pero ya que actualmente se divulga una gran cantidad de teoría a través de medios electrónicos, se hace necesario, para orientar al consumidor, si uno tiene vocación de servicio, referirse también a los trabajos que los maestros, teóricos y entrenadores producen para software en CD e incluso para DVD en Multimedia para ser vista en TV o en computadora.
Muchas de los mejores trabajos actuales cuentan con versión en publicación impresa y con versión en software. Es el caso de los Informadores y de algunos volúmenes de Paidatribo. A veces, como pasa en el cine con las novelas, un best seller tiene tanto éxito que demanda su versión en la pantalla. Otras veces, los que reseñamos libros adjuntamos un resumen en software. También hay quienes divulgan los libros en su versión en PDF o totalmente electrónica, pasada a Chess Base por ejemplo. Las amplias lagunas legales a menudo son aprovechadas para eludir el pago de derechos de autor. En fin, veremos libros pasados a software, o software pasado a publicación impresa (hard copy, como dirían en Estados Unidos), como es el caso del Endgame Manual de Dvoretsky, que da la impresión que fue diseñado para medio electrónico y luego trasladado a libro.
Pero de libros y de material de conferencias se alimenta el software, lo que facilita la divulgación del conocimiento. Muy a menudo, casi siempre, cuando doy una conferencia o clase de ajedrez utilizo como medio de ayuda visual las computadoras, con dos programas como base: el Chess Base y el Power Point. De esa manera ya he reunido un par de centenas de conferencias con presentaciones en esas dos plataformas informáticas. Incluso, si se me presenta la necesidad de dar una conferencia y no cuento con tiempo para preparar algo muy nuevo, puedo apoyarme en una conferencia anterior y con una “manita de gato” puedo producir una nueva plática lo suficiente interesante e instructiva que sea benéfica para quien haya estado presente en las dos versiones de la plática.
Ya tengo un catálogo muy completo de pláticas organizadas por temas y adecuadas a diversos niveles de jugadores. De hecho en conferencias sobre administración y planeación estratégica, temas ambos donde he dado muchos cursos, también poseo un amplio “stocks” de presentaciones en “Power Point”. Y así como en ajedrez se venden colecciones de partidas comentadas puestas en Chess Base o Chess Asistant, y de conferencias en video cassetes y DVD o en audio, tanto en MP3 como en WAV, también se podrían producir colecciones de presentaciones en Power Point, como clases por correspondencia.
Recientemente vi una serie de estas conferencias de ajedrez pasadas a Chess Base y francamente me pareció magnífica. Da gusto que los jóvenes tengan estas posibilidades para estudiar y entrenar a su alcance. Hace unos 20 años serian un sueño para cualquier jugador ambicioso. Pero entonces no había estos avances de la técnica siendo aplicados por los mejores entrenadores. En este caso me refiero al CD de Gligoric que Notichess está promocionando. Hace unos años había yo conseguido algunas notas de las conferencias de Gligoric que son fuente de este CD y me había parecido, la versión en “hard copy” de lo más valioso. Pero contar con la versión en software es una delicia. Después de ver innumerables producciones de la casa de Chess Base, aquella de Mexiko Ring, que me imagino es la “glorieta México” en Alemania, el CD de Gligoric tiene material muy superior al que produce la mencionada casa alemana, que debiera ser vanguardia, pero que tiene algunas producciones lamentables.
Los CD de Notichess normalmente tienen mucho más material que los de Chess Base “productions”, aunque en inglés y en alemán no estar al día con Chess Base es estar fuera de “onda”. Indiscutiblemente a la casa alemana de Chess Base los ajedrecistas le debemos mucho y si mi economía lo permite, seguiré siendo cliente asiduo de Chess Base “productions”, pero es mi deber informar a mis lectores que los CDs de Notichess dan por lo menos el doble al comprador por su dinero.
Si además vemos los autores: Gligoric, Panno, Pytel, ...Ocampo... ¡No faltaba más!
Pero, ya en serio, algunas producciones de Chess Base no parecen urgirnos a adquirirlas, y menos pagar 30 dólares, cuando en México, con Ibrahim, unas semanas más tarde pueden adquirirlas por 3 dólares los asiduos al mercado pirata. De hecho, no se si él o uno de sus “fans” ya produjeron un DVD que contiene la colección de 50 títulos de Chess Base “productions” y lo venden en 20 dólares. El caso es que en la magna casa productora hay ya algunas producciones de menor calidad, si bien ahora están en el “aggiornamiento” con multimedia en DVD, lo que está haciendo que tengan un nicho muy especial de mercado, sobre todo entre los países que tienen buen poder de adquisición. Pero en los países iberoamericanos, con mucha plata en las minas, pero poca en los bolsillos de los trabajadores, es mejor poner los ojos en material muy especial, como en el CD de Gligoric.
La brecha digital ya se va ampliando demasiado entre los ajedrecistas. En los países tercer mundistas si los gobiernos o la iniciativa privada no apoya a sus ajedrecistas, estos se irán rezagando cada vez más respecto a los países de la economía europea.
En un diario mexicano un columnista se quejaba que en las pruebas educativas hechas a los niveles de educación básica, media básica y media superior a las educación en México se le consideraba la número 56 del mundo. El número me pareció muy similar a los lugares promedio de las tres últimas olimpíadas de ajedrez. Antes, hacia 1980, quedábamos en las olimpíadas de ajedrez entre el 40 y 42, lo mismo en las evaluaciones de la educación. Ahora parece que en poco más de 20 años descendimos 16 lugares. Una posible explicación es la brecha digital. Hay quienes quieren culpar a los políticos, pero la verdad no creo que los de ahora sean más corruptos que los de 1980. Tampoco creo que sea por falta de dinero, pues el ajedrez en México está recibiendo apoyo monetario en una cantidad muy superior a la de hace unos cinco años. Entre 2005 y 2007 el ajedrez mexicano ha recibido y recibirá millones de dólares en apoyo.
Entonces,¿por qué no aventajamos a países mucho menores en tamaño y economía de la misma ibero América, ya no digamos de Asia y Europa? ¿Merece la llamada novena economía del mundo andar en lugar 50 en ajedrez y en educación? México e Islandia son dos casos muy especiales en ajedrez, pues es difícil explicar, tomando en cuenta población y producto interno bruto, porqué Islandia está tan bien, con tantos GM per capita y México tan mal. Es como el caso en Economía de Argentina y Japón. ¿Porqué Argentina está tan mal y Japón tan bien?
El caso es que, ya que ha cambiado la manera de estudiar ajedrez con la computación, y en esto hay que poner una medalla muy importante a Chess Base, el estudiante tiene que ingeniárselas para conseguir material de estudio barato y si los productores no bajan precios, los autores tendrán que verse limitados por la competencia bucanera, y ver que su labor de muchas horas es explotada por un Ibrahim o incluso por personas ajenas al ajedrez que venden en las calles del Eje Central de la Ciudad de México una copia de Chess Base 9 en dos dólares y ni siquiera saben mover una pieza y le dicen a uno “Yo le recomiendo mejor el Chess Master 6000, pues tiene más variedad en colores y su instructivo está más fácil” ¿??
Como no me pareció hacer un archivo adjunto basado en el software, pues lo que yo hago no es reproducir algo del mismo medio, sino algo de impreso a software, y preferentemente de un idioma a otro, o material que no se puede conseguir fácilmente, lo que no cae en ninguno de estos rubros el CD de Gligoric, se me ocurrió adjuntar material del que tengo de mis propias conferencias.
Para terminar, quisiera decir que el apoyo económico al ajedrez es efectivo con planificación. El agua de Geiser no se puede beber...

“Si me pierdo, búsquenme en Andalucía o en Cuba”

Federico Garcia Lorca.

Ciudad de México a 19 de agosto de 2006.

Monday, February 02, 2009

Material para el Proyecto PIGMALION


Retomamos el contacto referido al Proyecto PIGMALION.

Para los que van a empezar a aprender, hay excesivo material. El profesor se puede perder en tanta información y posibilidades.
Desde Las leyes de juego FIDE hasta el último de los manuales preparado para niños hay un mundo de publicaciones.

Nosotros hemos realizado algunas encuestas ( talvez sea exagerado el término) y vamos a recomendar la siguiente bibliografía. Cuando está en la web lo pondremos explícitamente.

Bobby Fischer enseña Ajedrez. 1980 Editorial Pomaire . Se encuentra en la web.
Tratado General de Ajedrez. Tomo I - Rudimentos. 1996 Editorial Colihue . En la web.
Ajedrez en la Escuela. Juan Jaureguiberry. Están para bajar en la web
El Ajedrez en las Escuelas. Miguel Soutullo . Ed. Novedades Educativas 1997
Fundamentos del Ajedrez . Jose Raúl Capablanca . Se encuentra en la web.

Con esto es suficiente para la etapa Elo 0 - 1000

Saturday, January 31, 2009

Como estudiar Aperturas 2

Desde el diván del Entrenador No. 2

(A la memoria de la Maestra Amparo Vargas Arreola 1926-2001)

IM Raúl Ocampo Vargas

¿Cómo estudiar la Apertura? Parte II

El Gambito Blackbourne, y un “Patakin”.

Una actitud común entre jugadores jóvenes es el de estudiar líneas poco conocidas a gran profundidad para sorprender a sus contrincantes y obtener algunas victorias rápidas o al menos una ventaja en la apertura con la que trabajar el medio juego. El éxito frecuente de esta “estrategia” tiene el peligro de que el jugador que la utiliza recurra cada vez más a este estudio de aperturas y su estilo se vaya afectando y se vuelva especulativo. Si además tiene pocas oportunidades de enfrentar una oposición fuerte, conforme vaya ascendiendo en el “Elo” y obtenga el derecho de combatir contra jugadores asentados llegará a un punto donde parece que se estanca, cuando más bien lo que sucede es que no se preparó con vistas al futuro de su desarrollo. Entonces se descorazona y si no cuenta con el apoyo de un entrenador o simplemente de un amigo objetivo no encuentra que pasa con su juego. Buscará en otras razones el abandono del “éxito” y quizás pase por alto que obtuvo ascensos más gracias a los triunfos relativos a su “sorpresivo” repertorio que a un real mejoramiento de su nivel de juego.

Seguramente muchas veces habrá leído en comentarios a partidas magistrales que un gran maestro sorprendió a otro con una variante extraña y que por ello obtuvo un fácil éxito y quiso imitar esta idea.

El problema es mucho más complejo de lo que parece. Permítanme analizarlo desde tres personajes juveniles en que observe varias situaciones.

Un jugador, digamos “A” obtiene muchos triunfos en un torneo round robin válido para el rating de la FIDE pero en que enfrentó a unos tres jugadores medianos y a otros francamente muy poco experimentados. En prácticamente cada partida obtuvo ventajas de apertura con líneas poco conocidas pero que él estudio muy bien. Surgieron en sus contrincantes errores gruesos, causados por la inexperiencia y por no saber enfrentarse a una “variante sorpresa”. Las partidas no fueron buenas, pero le dieron éxitos relativos y aumentó unos 100 puntos de Elo.

Otro jugador, digamos “B” partió a la Isla de Cuba a jugar varios torneos también válidos para el rating FIDE, pero en los que encontró jugadores muy fuertes, a menudo más fuertes de lo que el “Elo” que tenían indicaban. Sus resultados fueron buenos, sus partidas realmente interesantes y cada punto requirió de un esfuerzo concentrado. No utilizo “variantes sorpresa”, lo que fue mejor, ya que contra la fuerte oposición que enfrentaba hubiese sido una táctica que se le hubiese revertido. Después de dos torneos, prácticamente no ganó un punto de “Elo”, pero en cambio esta experiencia seguramente redundará en un buen desarrollo en su futuro.

Por otro lado, un tercer jugador, digamos “C”, no busca jugar en torneos para mejorar “Elo” sino simplemente compite en torneos abiertos estilo suizo, donde de 5 partidas enfrentará a dos maestros a lo sumo. Se prepara bien para los enfrentamientos con esos maestros, estudia algunas líneas para sorprenderlos. Con los jugadores débiles utiliza un estilo muy especulativo y a veces gana muchas partidas contra ellos, las más de las veces explotando errores tácticos. Su desarrollo ha tenido muchos altibajos a pesar de su gran talento natural.

Los tres jugadores mencionados son jóvenes con gran talento y enorme afición por el ajedrez, por lo que podría esperarse un futuro brillante. Los tres tienen un talento en nada inferior al que poseían jugadores mexicanos que llegaron a ser Grandes Maestros Internacionales, pero al tomar rutas diferentes, uno se podría preguntar si los tres llegarán a alcanzar el máximo título.

De los tres, seguramente “A” tendrá pronto el mayor rating, pero corre el peligro de que en un futuro cercano llegue a la situación de que aparentemente se “estanque” y no sepa el porqué.

El jugador “B” desde hace unos dos años se denota que posee la fuerza de un fuerte maestro, pero esto no se refleja en su “Elo”. Sin embargo, se ve un desarrollo creciente en su juego. Una de las partidas en las que logró el triunfo en Cuba, podría firmarla, sin pena, cualquier Gran Maestro. El peligro es que a veces alterna torneos de fuerte oposición con torneos fáciles. Aunque eso es culpa del sistema deportivo del país, donde hay demasiados torneos juveniles con oposición muy dispareja y tiene que jugarlos para obtener el apoyo gubernamental y no existe un buen programa de competencias en que la finalidad sea la superación técnica, sino simplemente lo que se valora es el resultado deportivo sin análisis. Incluso, si sólo se ven sus resultados desde el punto de vista cuantitativo, se podría decir que su “gira” por Cuba, no fue lo fructífera que se esperaba. Algunos “técnicos” ya se han expresado en ese sentido. Craso error causado por ver solo los resultados del “Elo” y no examinar con cuidado las partidas, y por supuesto, los contrincantes. Ojalá que los que estén cerca de él sean objetivos y lo ayuden a sacar el jugo verdadero de lo que yo pienso fue una fructífera experiencia.

La experiencia de “A” en cambio, es la más peligrosa y la más letal. Puede darle una idea errónea de su verdadero nivel y en lugar de ayudarlo a que se estimule su trabajo lo mal direccione. Si no varia su “táctica” en cuanto repertorio, perderá tiempo muy valioso en su desarrollo.

El jugador “C” es el que más intriga su futuro. Su estilo es interesante, pero cada vez más recurre al fácil camino de la “celada” de apertura, y aunque le da triunfos ocasionales, incluso contra jugadores muy fuertes, sus resultados, si se les graficara denotarían un “hombre montaña” con altos picos y grandes abismos.

Aunque hay que confesar que cuando uno enfrenta a los tres jugadores, “C” es el que más interesante oposición presenta. Obliga a esforzarse en “desenmarañar” las celadas ingeniosas que plantea, y que su repertorio estimula a estudiar viejas líneas. Pero también hace que uno se pregunte: “¿Cuándo despegará?” ¿Será que ese gran talento no tendrá más desarrollo que efímeros triunfos en uno que otro torneo suizo? Siempre se le ve analizando las partidas pero desde un punto de vista que me parece equivocado. Trata de ver el error coyuntural a mediados de la partida y no se plantea si su repertorio de aperturas es la causa de muchas de sus derrotas, contra fuerte oposición, y que de vez en vez “derrapa” contra jugadores muy inferiores a él en talento, experiencia y estudios.

Creo que los tres estudian mucho, pero los de “B” son los que parecen siguen un plan, al menos cuando no compite con sus coetáneos, que le ofrecen desigual oposición.

Aunque tengo que aclarar que “C” es de más edad que “B” y que “A” y que hace un par de años logró éxitos muy importantes, pero que sus resultados van más a la baja que a la alta, siempre “hombre montaña”.

En dos torneos “activos” de treinta minutos por jugador, “C” me planteó el siguiente interesante gambito que pudiera llamarse “Blackbourne”, por ser utilizado por el Gran Maestro inglés en los siglos XIX y XX; que surge tras:

1.e4 e5 2.Cf3 d6 3.d4 Ag4?! 4.dxe5 Cd7!

Muchos fuertes jugadores lo utilizaron desde finales del siglo XIX y no se puede decir que esté refutado.

Tras 5.exd6 Axd6; el negro ha logrado un buen desarrollo a cambio de su peón y ante el blanco se presenta una tarea nada fácil para consolidar su ventaja material.

Es un gambito olvidado que en partidas rápidas puede brindar éxitos contra casi cualquier oposición. Sobre todo si el jugador con las blancas es ambicioso y quiere jugar activo a toda costa.

Existe poca teoría al respecto y como es una línea que uno poco espera enfrentar, tiene a su favor el elemento sorpresa. Aunque querer sorprender dos veces al mismo contrincante no parece práctico, no se puede decir que sea mala elección si uno piensa que en las líneas “normales” será superado por el contrincante.

Sobre la manera de enfrentarse al gambito, me permitiría referir al lector al archivo que se desarrolla en Inforchess Magazine donde examino el planteo con cierta profundidad y con material que no es accesible, hasta ahora, en idioma castellano.

En general, los grandes maestros piensan que la clave es un “timing” (oportunidad) en jugar Cd4 con blancas y buscar el cambio del alfil negro en g4, antes de enrocarse corto. Otros piensan que simplemente hay que jugar un h3 y g4 en momento adecuado y aliviar la presión sobre el peón e4 blanco.

Pero esto es solo coyuntural y específico a la línea. Lo que interesa es si este tipo de Gambito pueda tener la solidez de otros gambitos similares como el Benko. Pienso que si, que es una opción viable, a ser usada muy de vez en cuando. Pero que no se haga costumbre.

Hay gambitos o líneas similares que dan muchos puntos en torneos rápidos.

Por ejemplo: 1.e4 e5 2.Cf3 Cf6 3.Cxe4 d6 4.Cxf7!?. Esta línea la utilicé unas 10 veces en partidas a treinta minutos y obtuve el 100% de los puntos. Incluso el llorado Vitolinsh la utilizó a menudo en torneos serios con éxito promedio.

Cuando la use, lo hice para “forzarme” a complicar mi juego en una etapa en que mi objetivo era quitarle un poco de aridez a un estilo que tendía a ser muy posicional y que deseaba erradicar; pero no lo utilice para ganar puntos, sino como un plan de preparación.

Para objetivos similares, como preparación para “enriquecer” el estilo de juego, yo creo que si es válido hacer uso de estos “gambitos desbalanceadores”.

El uso del repertorio como una forma de ganar experiencia en posiciones complicadas es un recurso muy utilizado por los entrenadores experimentados, pero introducir estos gambitos como “modus vivendi” puede ser muy dañino en los jugadores jóvenes.

He observado muchos jugadores que como “A” en cada partida, de cada torneo, utilizan líneas especulativas, desechando los caminos probados que siguen los grandes maestros. Esta manera “irregular” de jugar las aperturas tienen un costo excesivo en el futuro. Cuando se dan cuenta de la necesidad de tener un repertorio “formal”, a menudo ya es demasiado tarde para ellos. Requieren como “empezar de nuevo”. Si tienen la suficiente presencia de ánimo y se les estimula bien, puede ser incluso muy favorable para su juego en general, el volver a andar todo el proceso y pueden, finalmente, llegar a desarrollarse más que un jugador tipo “B”. Pero el esfuerzo requerido es tan grande y por lo general lo acometen a edad tan madura, que la dificultad de la tarea los derrota y quedan como en un “nirvana”, perdidos entre las nebulosas de las variantes e ideas en las aperturas. Por lo general, regresan a las andadas y su desarrollo se ve limitado para siempre.

En el estudio de las aperturas, es tan importante el escoger bien el repertorio para cada etapa de desarrollo como elegir los torneos.

Esa era una clave del ajedrez soviético: torneos gradualmente más difíciles, bien elegidos y un repertorio adecuado a cada nivel de desarrollo.

“Hay que saber nadar y guardar la ropa".

A continuación una partida tipica modelo en la epoca romántica del ajedrez con breves comentarios:

1) Paulsen,V - Mieses [C41]
Alemania, DSB-07 Kongress. 1892

1.e4 e5 2.Cf3 d6 3.d4 Ag4?! [3...f5?! Otro gambito en la Defensa Philidor que usó el GM Jonathan Mestel en sus años mozos.] 4.dxe5 Cd7!

La mejor jugada en la posición dada.5.exd6 Axd6 6.Ae2 De7 7.Cc3 0-0-0 8.0-0 Cc5 9.Cg5 Axh2+ 10.Rxh2 Txd1 11.Axg4+ Td7 12.Cd5 De8 13.Axd7+ Cxd7 14.Af4 f6 15.Cxc7 Dh5+ 16.Ch3 g5 17.g4 Dxg4 18.Ag3 Ce5 19.Cb5 Dd7 20.a4 Ch6 21.Cxg5 Chg4+ 22.Rg1 fxg5 23.f3 Td8 24.Rh1 Ce3 25.Tf2 Dh3+ 26.Ah2 a6 27.Cc3 Cxf3 28.Cd5 Txd5 29.exd5 Cg4 se rinde el blanco. 0-1. 0-1

Lagos, a 10 de marzo de 2005.

IM Raúl Ocampo

Como estudiar aperturas 1

Desde el Diván del Entrenador nº 1
Por el MI Raúl Ocampo Vargas

(A la memoria de la Maestra Amparo Vargas Arreola 1926-2001)

Cómo Estudiar las Aperturas

Fue la pregunta más frecuente recibida en trainerchess@yahoo.com a mi convocatoria de consultas, por lo que decidí dedicar el primer artículo de esta serie a ese tema.

Cuando uno examina los libros de aperturas nota una gran cantidad de variantes y una serie de evaluaciones de las posiciones cuando terminan las citadas variantes, muchas veces sin una sola palabra. Se supone que se ponen las variantes más relevantes y a veces se pregunta si uno debe tratar de memorizar tales series de jugadas o tomarlas simplemente como ejemplos del tipo de juego que puede desarrollarse. Por lo general hay pocas palabras que indiquen que es lo que está tratando de hacer cada bando. Si uno se basara en lo que aparece en los libros para estimar que es lo importante que hay que estudiar, llegaría uno a la tal vez errónea conclusión que hay que estudiar variantes y no ideas.

Pero ya que Einstein decía que el correcto planteamiento de un problema era a menudo más importante que su solución, trataré de identificar primero las cuestiones a dilucidar y luego sus posibles soluciones.

El estudio de la apertura lo constituyen las siguientes partes y tareas:

  1. Elección del aspecto de la apertura o que aperturas, defensas o sistemas que van a ser nuestro objeto de estudio.

  2. Antecedentes.

  3. Conceptos.

  4. Recopilación de material.

  5. Elección de material relevante.

  6. Análisis de casos.

  7. Modelos exitosos.

Y tal estudio requiere una metodología para:

  • Determinar la información relevante.

  • Identificar que conocimientos y habilidades (competencias) se debe intentar adquirir.

  • Establecer la manera más efectiva de adquirir dichas competencias.

El estudio de la apertura puede ser individual o en grupo, puede ser planificado por el estudiante mismo o con la asesoría o dirección de un especialista. En ambos casos la planificación puede ser total o en partes, es decir, un especialista nos puede dirigir en algunas de las partes o tareas, o en la planificación completa del estudio.

Como en toda planificación dependerá de la misión que se habrá uno impuesto y de la visión del futuro a que uno quiera llegar. Esta visión dependerá de nuestros antecedentes personales, de nuestra “historia” de vida y de los recursos actuales o potenciales con que contemos.

Sin un planteamiento completo del problema, a mi manera de ver, no se puede abordar de una forma efectiva, el estudio de la apertura.

Tenemos que tomar en cuenta una serie de informaciones que nos aporta la experiencia de muchos entrenadores que se enfrentaron anteriormente al mismo problema.

Recordemos una máxima de la escuela soviética: “Es importante saber que es lo que se tiene que saber de acuerdo a la etapa del desarrollo técnico ajedrecista en que estemos”. Es decir, lo que pretendamos aprender de la apertura debe estar relacionado con el nivel de conocimientos de las otras fases de la partida del ajedrez, lo que significa que el nivel de estudio de la apertura debe corresponder al nivel de estudio del medio juego y al nivel de estudio del final.

Por supuesto que, a su vez, el nivel del sistema de estudio de ajedrez estará relacionado con el nivel de desarrollo de cultura, conocimientos y habilidades que tengamos en general; es decir de nuestra etapa de conocimientos y comprensión de ellos de nuestra personalidad integral.

Por ello Botvinnik remarcaba la importancia de que un ajedrecista fuese culto y fuese apoyado por entrenadores cultos, ya que esto tenía relación directa con el nivel de cultura ajedrecística que pudiera adquirir.

Por supuesto que estas son reglas generales, para las personas comunes. La historia nos muestra algunos casos, no tan numerosos como muchos creen, de personas que con talento especial y circunstancias también especiales, se salen de la regla y adquieren una gran destreza en el ajedrez sin tener un desarrollo de nivel semejante en otros aspectos de la cultura general o de su desarrollo como personas.

Habría que adentrarse en cuestiones muy profundas de la personalidad para analizar como ajedrecistas de menos de quince años alcanzan un grado de destreza y de excelencia en ajedrez que no tienen ninguna correspondencia con otros aspectos de su desarrollo como personas.

Está demostrado que, con técnicas especiales, con especialistas de alto nivel y con un “arreglo” de circunstancias ad hoc; unido todo ello a un talento excepcional identificado oportunamente, con una motivación específica estimulada en grado superlativo y de manera científica y sistemáticamente orientada, se pueden “fabricar” grandes maestros de ajedrez con menos de 18 años de edad y menos de 10 años de experiencia en estudio y torneos de ajedrez.

Claro que todo eso implica una organización, un gran esfuerzo económico, grupos de trabajo bien dirigidos y correr un riesgo de afectación dramática a los niños a los que se les exponga a tales métodos de aprendizaje acelerado que, hasta donde sabemos, están en proceso de experimentación y aún no tienen suficiente experiencia probatoria que permita manejarlos con una seguridad satisfactoria.

Es probable que haya alguna contraindicación, y que esos niños “super grandes maestros” tengan algunos problemas de personalidad o de desarrollo emocional de difícil pronóstico en el estado actual del arte de la enseñanza del ajedrez.

Pero los planteamientos de Botvinnik estaban dirigidos al ajedrecista común. De acuerdo a la ideología humanista de la época en que se desarrolló Botvinnik, entre 1925 y 1945, en la Unión Soviética se le daba mucha importancia al desarrollo de métodos que ayudaran a la superación del individuo común, no al de los seres excepcionalmente talentosos. De hecho uno de los éxitos que podemos conceder con seguridad al sistema educativo soviético fue su gran avance en investigar, analizar y desarrollar métodos para que individuos con ciertos problemas de conducta, de adaptación social o con deficiencias físicas o con desarrollo físico afectado, causado por las grandes hambrunas de la post revolución rusa; pudieran desarrollarse a niveles aún superiores a los que seres “normales”, sin ninguna dificultad especial , lo hicieron en otras sociedades. Pilares del sistema educativo soviético como Lev S. Vigotsky, “redescubierto” cuarenta años después de su muerte, son reconocidos como los estudiosos más avanzados en el campo de la psicología educativa actualmente. La influencia de un pensador como Vigotsky en el desarrollo cultural de la Unión Soviética y en consecuencia con el ajedrez soviético, es muy difícil de exagerar, pues fue de gran magnitud. Sin los trabajos de Romanovsky, Levenfish, Botvinnik, Kotov, Ragozin y sus contemporáneos, no se podría explicar uno el alto grado de desarrollo de la escuela soviética de ajedrez de 1925 a 1990 y mucho menos el nivel de las actuales escuelas de Ucrania, Rusia y de otras exrepúblicas soviéticas; sin hablar de los ex-soviéticos que lideran en escuelas de otra veintena de países como Alemania, España, Estados Unidos, etc…

Claro que cuando “aterrizamos” el problema a las circunstancias de un ajedrecista iberoamericano, que no cuenta con una organización, con recursos muy limitados, sin guía de un especialista, con acceso limitado a la educación, generalmente mal formado en métodos de estudio, con problemas psicológicos acordes a sociedades llenas de incongruencias, con deficiencias alimentarias que han lastimado su desarrollo físico y mental; con literatura ajedrecística escasa a su alcance, rodeado de influencias negativas tanto para la conducta como para su desarrollo como ajedrecista; la tarea “nos la ponen en Vietnam”, como diría un viejo entrenador de la academia de ajedrez de Centro Habana.

Sus métodos de estudio, si se llegasen a desenvolver lo suficiente como para decir que existen, serán aleatorios y producto de su buena o mala fortuna.

Mi recomendación es que traten de llevar a cabo las tareas enunciadas al grado de su capacidad y circunstancias.

Así como hay manuales para “el arquitecto descalzo” es decir, manuales de construcción para los que tienen recursos limitados en material y sobre todo en capacitación y asesoría; a mi me gustaría alguna vez escribir un manual de ajedrez para el “ajedrecista descalzo”.

Ya que mi tribuna es la red de Internet, debo dar por hecho que mis lectores al menos pueden acceder a la información de ajedrez accesible por dicha red. A mi compañero ajedrecista “descalzo” le puedo recomendar varias cosas. Comencemos por las tareas enunciadas:

Primero que nada, para poder elegir su objeto de estudio, deberá establecer su Misión y Visión.

Como supongo no cuenta con especialistas para ello, no tiene un psicólogo de cabecera, o un entrenador personal con especialidad en ajedrez y planeación estratégica personal, sino cuenta con él mismo y le hace falta inclusive un buen amigo crítico y con buen desarrollo humano; que es lo más valioso para un buen ajedrecista, le sugiero primero que se conozca bien a si mismo.

Conocerse a si mismo es lo más importante para un ajedrecista y a la vez lo más difícil. Lo advierto, pero no con ánimo de hacerlo consciente de una situación desesperada, sino con la idea de que emprenda la tarea con seriedad. “Suave, para que se te dé”, como diría aquel viejo entrenador de Centro Habana, Alejandro Meylán.

El análisis personal es para determinar cual será la visión que pueda tener de si mismo para dentro de, digamos, cinco años. Sabiendo a donde quiere llegar, podrá determinarse que ruta debe seguir y que debe hacer para ello. Y que tiene que estudiar, que conocimientos y habilidades pretende adquirir. Como consecuencia sabrá que debe estudiar en apertura, medio juego y final. Claro que para tener la visión de adonde podría llegar en cinco años, debe saber quien es y donde está ahora. Pretendiendo, dije pretendiendo, establecer quien es realmente como ajedrecista (y como persona, por supuesto).

Aquí me parece oportuno recordar un principio básico de la psicología, que fue mencionado varias veces por San Pablo. Cuando le preguntaron: ¿Cómo hacer para obtener la fe, si aún no se tiene o es débil?, San Pablo contestó más o menos así: “Actúa como si la tuvieras” Es decir, si algo se exterioriza, internamente se forma. Vigotsky decía el principio de la siguiente manera: “Para realizar algo interior, hágalo exterior”. Si usted quiere organizar su mente, organice sus ideas escribiéndolas, poniéndolas en tarjetas, organice sus proyectos, sus pensamientos y así se organizará su mente. Del interior al exterior y de ahí de nuevo a lo interior.

Cuando haga un análisis de si mismo, vaya anotando y escribiendo, haga listas, anotaciones, pregúntese a si mismo anotando sus preguntas y luego escriba sus respuestas.

Anote sus cualidades y defectos como persona y como ajedrecista. El MI Alexander Shasin, connotado teórico de la física nuclear de alto nivel y ahora uno de los grandes entrenadores rusos de ajedrez, afirmaba que analizando 15 partidas de un jugador podía conocerlo e identificar algunos defectos principales. Como mi ajedrecista descalzo no tiene experiencia de entrenador ni ha topado con cientos de ajedrecistas y analizado sus partidas, ni tiene un sistema para investigar las deficiencias de ellos; ni siquiera puede uno contar que sabe como analizar partidas; quince partidas no bastan, se requieren al menos unas 45. Vea sus últimas cuarenta y cinco partidas, dedíquele a cada una de ellas al menos una hora y haga la investigación de que clase de ajedrecista tiene ahí. ¿Cuantas partidas perdió por error táctico? ¿Porcentaje?. ¿En cuantas partidas se encontró con posiciones que no eran de su agrado? ¿Porcentaje? ¿Cuantas veces ganó con blancas? ¿Porcentaje? ¿De que nivel eran los oponentes con que perdió, ganó o empató? ¿Promedios de ranking? ¿Gana más partidas en aperturas cerradas, abiertas, semicerradas, etc? ¿Porcentajes en cada una de ellas? ¿Promedio de duración de sus partidas? ¿En que ritmo de juego le va mejor? ¿Torneos de cinco minutos, treinta, dos horas?

Usted puede hacer su propia lista de preguntas. Claro que estas serán producto de su propio nivel de conocimientos del ajedrez y de otros aspectos de su cultura ajedrecística y no ajedrecística. Claro que si contara con la ayuda de Shasin, podría tener una imagen completa de si mismo como ajedrecista, pero por lo pronto, como ajedrecista “descalzo” tendrá una evaluación “descalza” de si mismo. Pero al menos tendrá algo con que trabajar.

Después de analizarse como jugador de ajedrez, tendrá que analizarse en lo relativo a su salud, su motivación para el ajedrez, el tiempo para dedicar, y sus recursos económicos. Todo anotando cada detalle.

Luego analice sus antecedentes, cuanto ha progresado de cinco años para acá en ajedrez; establezca su tendencia y así proyecte su futuro dentro de cinco años. Anote con cuidado y con detalles muy precisos, donde cree que pudiera estar dentro de cinco años si todo va bien. Su motivación dependerá en mucho de la capacidad que tenga para su sueño. Si no puede soñar con un futuro brillante en cinco años, menos podrá hacerlo realidad. No sea mezquino con sus sueños; pero tampoco no se vaya al infinito. El mar y el cielo son igual de azules y a la distancia parece que se juntan, no intente compararse con el cielo si a usted le corresponde ser el mar, dice la canción. Y el que nace para maceta, del corredor no pasa, dice el otro refrán. Pero sueñe, si, sueñe, pero con bases. Ponerse metas demasiado grandes solo establecen las bases para amarguras futuras.

¡Suave, suavecito, para que se te dé!

Después de establecer nuestra visión, sabremos a donde queremos llegar. El siguiente paso será determinar las etapas de nuestro camino. Pero esa es otra historia, que veremos después. Por lo pronto tiene usted que cumplir 50 horas analizando sus partidas.

Una vez a Botvinnik le preguntó un joven maestro que tenía que hacer para mejorar su juego. Botvinnik le preguntó a su vez “¿Tiene una colección de sus partidas analizadas?” el joven maestro le contestó “No, no he analizado muchas de mis partidas” y Botvinnik le dijo, más o menos: “Empiece por analizarlas"”

El archivo adjunto es de algunas partidas analizadas que le ayudaran seguramente a aprender a analizar partidas, en la presente nota, le entregamos la primera de ellas, Kramnik-Ulibin 1992 mientras que el resto de partidas analizadas las entregaremos en nuestra próxima edición digital.

IM Raúl Ocampo Vargas
Ciudad de México, a 20 de Febrero del 2005