Informática aplicada al Ajedrez parte 3
La informática aplicada al ajedrez.
(A la memoria de la Maestra Amparo Vargas Arreola 1926-2001)
IM Raúl Ocampo Vargas
El Concepto de “Manejadores Personales de Ajedrez”
La transmisión de partidas de torneos en vivo para Internet y el acopio de las jugadas de las partidas efectuadas en un torneo son dos de las aplicaciones más importantes de la informática al ajedrez.
El mayor tesoro del ajedrez es su memoria histórica, ya que los progresos en la comprensión del juego son logrados a través de la prueba y error de todos los que practican el ajedrez en todo el mundo durante décadas y el análisis de lo sucedido en cada partida. Todos los entrenadores y autores recomiendan que para superarse en ajedrez es fundamental el análisis de las propias partidas jugadas. Para todo ello el registro de las partidas de los torneos, sus archivos clasificados siempre han sido tarea importante de organizadores, periodistas, teóricos y los mismos jugadores. El acopio de las planillas de las partidas, el comprobar la correcta anotación de ellas, la elaboración de los boletines y su reproducción y distribución siempre ha sido considerada una labor fundamental, pues la necesidad e importancia de preservar la memoria histórica del ajedrez es reconocida por todos.
Desde los primeros torneos en 1851 se observaron varias problemáticas; una de ellas es que los jugadores, en la emoción de la contienda a menudo anotan mal sus jugadas; además para transmitir a los aficionados era necesario elaborar boletines sin error, cuidando que las jugadas fueran transcritas correctamente. Recuerdo que en la Olimpíada de Niza en 1974 se dio un gran paso al elaborar el boletín con una computadora que comprobaba automáticamente lo correcto de la anotación de una partida. En los boletines de Olimpíadas anteriores, incluso el de La Habana 1966 que fue realizado por un equipo de trabajo muy numeroso, bien entrenado y coordinado, muchas de las partidas impresas tenían errores en la anotación y algunas partidas era imposible reproducirlas, siendo necesario corregirlas en base a especular cuales fueron las jugadas que estaban mal anotadas. En Niza se avanzó en algo, pero los organizadores no pudieron presentar boletines con todas las partidas jugadas, sino sólo de un 60%, ya que esa Olimpíada fue de las primeras en que los boletines tenían más de 1000 partidas.
Conforme el número de países participantes aumentaba, proporcionalmente crecía la dificultad de registrar en los boletines todas las partidas jugadas.
El equipo que realizaba un boletín de torneo era numeroso. Se componía primero de los fiscales que registraban al mismo tiempo que los jugadores la partida, amen de que en los torneos con muchos espectadores tenían que enviar a los que manejaban los tableros murales para el pública las jugadas realizadas. Luego, con las papeletas de jugadores y fiscales, un equipo verificaba que las partidas tuvieran correctamente anotados los datos y las jugadas. Posteriormente se mecanografiaban las partidas para realizar el boletín y más tarde se imprimían los boletines y se distribuía entre los participantes del torneo.
Ese era un trabajo ronda por ronda, día a día, que requería un equipo de trabajo. Los boletines a veces eran voluminosos, sobre todo en torneos por equipos como Olimpíadas, Mundiales Estudiantiles etc. Los periodistas también deseaban tener la información minutos después de terminada la ronda y pedían copias a los directores que muchas veces no las entregaban hasta asegurarse que el equipo de elaboradores del boletín no la requirieran.
Sólo torneos muy importantes publicaban boletines, dado lo costoso que era reclutar, capacitar y sostener al equipo de trabajo que hacía los boletines. En el presupuesto de cada torneo importante, un gran rubro se invierte en los boletines, ya que es lo que garantiza el paso del evento en la memoria histórica del ajedrez y por tener que requerirse un equipo de trabajo, es costoso.
Primero la informática tuvo repercusión directa en esa labor gracias a programas computacionales para elaborar documentos, lo que facilitaba el mecanografiar partidas. Los procesadores de palabras en los inicios de las computadoras hacían en un minuto un documento que antes requería seis veces más tiempo.
En lo personal maneje la prensa y boletines del Torneo Interzonal de la FIDE realizado en Taxco en 1985 y ya era un trabajo que una persona y los fiscales podían realizar, teniendo los boletines listos apenas tres horas después de las partidas.
Pero para enviar las partidas a los periódicos de todo el mundo, las tenía yo que “picar” en tiras de “telex" y reenviarlas a decenas de direcciones en el mundo, lo que me tomaba otras tres horas cada ronda.
Luego surgieron los procesadores de partidas, como el Chessbase. Eso fue una revolución en elaborar los boletines, ya que rápidamente se verificaba si había un error en la anotación. Aún así, los fiscales seguían siendo necesarios, pues las partidas anotadas en planillas por los jugadores protagonistas aún tenían los errores usuales.
Pero la impresión de boletines fue mejorándose y agilizándose. El trabajo ya se podía terminar una hora después de terminada la ronda.
Poco después del Chessbase 2, surgieron los tableros sensibles, que permitían que moviendo piezas en un tablero quedará registrada la partida en el Chess Base en una PC en lugar de irla “tipeando” en el teclado de la computadora.
Esto ya hizo a los fiscales innecesarios. Se ponían los tableros y se conectaban a una computadora y quedaban registradas las jugadas en una base de datos.
Pero cada tablero sensible es costoso y para los torneos abiertos era prohibitivo. Lo normal es que se recolecten las planillas de la ronda y luego varios hábiles capturistas de datos, rápidos en el teclado y mouses pasen las partidas a Chessbase, lo que toma un promedio de un minuto y medio a dos por partida. A veces yo he podido cargar 45 partidas en una hora.
Para los boletines impresos del pasado, los puede uno “escanear” y se pasan a archivos de texto, de ahí se ponen en el Chess Base con una función que este programa tiene a partir de su versión 6. Otra manera es “dictarlas” con un procesador de voz a texto, pasarlas a archivos de texto y así pasarlas a Chess Base. La escaneada lleva como a 15 partidas por minuto y la de dictar, como un minuto por partida. Así se han rescatado cientos de torneos del pasado.
Después llegaron los tableros sensibles, que ayudaron, aunque de una manera muy costosa, la transmisión de partidas “on line”, en vivo, en la Internet.
Si bien uno se puede ahorrar el tablero sensible y teclear las jugadas casi a la misma velocidad y ahorrarse los 400 dólares del tablero sensible, con un retraso por jugada de un segundo, lo que a tiempo “real” ni se nota.
Sin embargo en el mundo se vendieron cientos de tableros sensibles.
Lo que pasa es que es fácil convencer a los patrocinadores y a los administradores de fondos de un evento, que los 400 dólares del tablero sensible se metan al presupuesto, pues es un gasto que se hace una vez en años.
Pero lo que no dicen es que en informática cada aparato se vuelve obsoleto en un año y esos tableros sensibles serían pronto reemplazados por aparatos más baratos y cómodos.
Así es como en la informática llega el “bum” de las “Palms” o aparatos PDA (Asistente Personal Digital). Ya para 2003 todo mundo tenía algo parecido a una minicomputadora en la palma de la mano y que iría mejorando mes a mes su capacidad de intercomunicación.
Nos mandábamos mensajes por infrarrojos con las Palms, guardábamos notas, etc.
Al mismo tiempo los celulares desarrollaron sus capacidades y ya tomaban fotos, grababan mensajes y los enviaban por el aire a otros celulares al otro lado del mundo.
Palms y celulares se desarrollaban paralelos. Lo mismo los programas de ajedrez para usarse en Palms, con procesadores de partidas parecidos al Chessbase, como el programa “Chess Pad”, pero para “tipear” partidas en las pantallas sensibles de las Palms con los lapicitos especiales.
Ya en 2002 había un programa que guardaba 50 partidas en una Palm y se podían bajar de internet y, por supuesto, subirlas y mandarlas por email. Con los infrarrojos se podía jugar una partida desde una Palm con otro jugador que tenía también su Palm.
Para muchos no eran tan atractivas las Palms que costaban unos 200 dólares, pero pronto se les hallaría otra aplicación: la transmisión de partidas en Internet y la sustitución de los tableros sensibles y finalmente, reemplazar las planillas.
Entonces varias compañías, una canadiense en especial se ha destacado en ello, fabricaron aparatos como las Palms que transmiten las jugadas anotadas en ella al estilo de cómo usamos la agenda, a una central que guarda registro de las partidas y puede subirlas a Internet. Así se baja a la mitad el costo de las transmisiones y los tableros sensibles con sus piezas con chip pasan a ser totalmente obsoletos y a merecer tirarse a la basura tras unos muy breves años, tres, de reinado en el ajedrez internacional.
Los canadienses de “Monroi” los llamaron “Personal Chess Manager” y en otros países surgieron modelos similares de muy bajo costo, casi a la mitad de la versión canadiense.
La tecnología esta generalizada y ya en muchos restaurantes en México la mesera anota los platillos pedidos por el cliente en una “Palm” y esta información es enviada a la cocina y a la cajera, para todo quedar registrado en “tiempo real” y ahorrarse hasta el tiempo en que la mesera llega a la cocina con la “comanda” de la orden.
Las meseras, muy propias, con su “palm” podrían transmitir la lista de platillos que usted pide a todo el mundo via internet, lo que posibilita cosas como hacer estadísticas de que platillos en toda la cadena de esos restaurantes en el mundo son más solicitados, en que país, a que hora del día, etc. Toda esa información podría ayudar para la reingeniería total de esos negocios. La memoria histórica del servicio de ese restaurante.
El caso es que la compañía canadiense logró que la FIDE avale su producto y así en los torneos “abiertos” en lugar de “planillas” o “papeletas” se utilizarían las “Palms” o PCM, para los canadienses, y con un par de cientos de ellas registrarían las 100 partidas más importantes al minuto y no sólo habría boletines del torneo elaborados automáticos, sino se podrían transmitir por Internet cientos de miles de partidas en tiempo real cada día.
Usted podría ser espectador de torneos en Rusia, en Europa, pero no como ahora, de una decena de partidas, sino de cientos de miles, tantas como PCM los canadienses logren vender, así como las demás marcas de ese tipo de aparatos. Una marca rusa presume de tener ese tipo de “Palms” con leves diferencias, a 20 dólares cada una, lo que inclusive estaría al alcance de la federación más pobre del mundo.
Si ahora es posible conseguir unas 2000 partidas a la semana por Internet, esto pudiera elevarse a mediados de 2007 en 50 000 partidas, lo que requerirá tener un manejo informático mayor para establecer cuales de esas 50 000 debiera uno examinar.
La brecha digital se hará mucho mayor, quizás unas 25 veces más, entre los que usen la informática aplicada al ajedrez y los que no.
Pronto será imposible competir internacionalmente para aquel que no tenga un respaldo de la informática aplicada al ajedrez.
Ahora para transmitir partidas a Internet no requerirá un ajedrez con tablero sensible de 400 dólares, que además es pesado y difícil de cargar y manejar, sino con eso compraría 20 palms para transmitir 10 partidas, sin tener que cargar más que medio kilo de peso.
El proceso será lento, unos meses, para llegar a eso, además yo creo que los que han invertido en los costosos y obsoletos tableros sensibles los tendrán que justificar usándolos en tres o cuatro partidas de cada ronda de torneos abiertos y adicionar el uso de “PCM” para otras 50 partidas, mientras que las demás partidas serán a la antigua con planillas y quizas luego pasen a archivo muerto.
El caso es que poco a poco, el número de partidas registradas al día en todo el mundo irá aumentando logarítimicamente.
Ahora yo tengo una base de datos con 6 millones de partidas, en 2007 habrá crecido a 7 millones, pero para 2008, una base completa no lo será si no tiene unas 10 millones de partidas.
Antes sólo los torneos entre jugadores muy importantes editaban torneos, así fue hasta 1980, luego ya torneos medianos internacionales eran los que tenían sus partidas registradas también.
A partir de 1990 algunos torneos nacionales y pequeños internacionales registraban sus partidas. Ahora para 2006 ya vemos torneos locales registrados y pronto hasta los jugadores de tercera fuerza o de menos de 1500 de rating podrán ver sus partidas incorporadas a las mega bases de datos.
Ya podrán encontrar una decena de partidas de sus contrincantes en torneos de tercera. Eso obligará a que aún para destacar en esas categorías se hará importante una computadora, o una “Palm”.
Pero no se apresure a comprar una “Palm” como PCM si no la necesita realmente, pues cada seis meses bajará dramáticamente de costo y surgirán cosas similares rápidamente, como sucede en toda la informática. La clave es adquirir los aparatos en el momento oportuno de su necesidad.
Lo más seguro es que pase con ellas lo que con los tableros sensibles, las podrá rentar para usarlas temporalmente y esperar a que otras más novedosas aparezcan. Sólo invierta si quiere hacer el negocio de rentar los aparatos, pero no creo que sea rentable, pues las novedades de las Palm surgen día a dia, y las PCM no tendrán mucho tiempo siendo las únicas válidas para la FIDE. El monopolio no es una buena apuesta nunca.
Nada más vea la llamada “Navaja suiza tipo PDA”, que presentaron los de HP, iPAQ HW6900, que es una PC de bolsillo con cuatro frecuencias de radio integradas. Cada avance en estas “cositas” nos hace esperar que esto no tiene límites.
Con más partidas registradas, más casos de “prueba y error”, el ajedrez va avanzando más rápidamente y nueva metodología se requiere para el empleo con éxito de toda la información recabada que ya es enorme. Vamos cada vez más velozmente en camino al cambio, entramos en una senda que no es fácil predecir a donde nos llevará. Muchos dicen que aceleramos la muerte del ajedrez, pero esa afirmación ha sido desmentida con los hechos a cada nuevo avance de la información en ajedrez, así que seguramente lo será de nuevo.
Por lo pronto, si el lector no se mantiene al paso con la informática aplicada al ajedrez, cuando quiera alcanzar a los demás, ya no estará en posibilidad de hacerlo.
Raul Ocampo Vargas
11 de Diciembre del 2006
0 Comments:
Post a Comment
<< Home